Somos críticos, somos legión.

El primer párrafo del Manifiesto Fundacional de Unión Progreso y Democracia dice así:

Partimos de un supuesto revolucionario: que los ciudadanos no nacen siendo ya de izquierdas o de de derechas ni con el carnet de ningún partido en los pañales. Vamos aún más lejos,a riesgo de escandalizar a los timoratos: consideramos a los ciudadanos capaces de pensar por sí mismos y de elegir en consecuencia, de acuerdo con las ofertas de los partidos y su experiencia de la situación histórica que vivimos. Por tanto no creemos que nadie esté obligado a votar siempre lo mismo o a resignarse a las opciones políticas vigentes, cuando ya le han decepcionado anteriormente.”

Creo firmemente lo que dice este texto, y creo firmemente que debemos aplicar esta misma idea a los afiliados de UPyD, no somos de Papá o de Mamá, somos capaces de pensar por nosotros mismos y no debemos tener miedo de decir lo que pensamos, aunque no coincida con lo que suponemos que piensan los demás. No necesitamos tener un guía que usemos como referencia para comprobar si lo que pensamos es correcto, necesitamos expresar nuestro pensamiento, argumentarlo, debatirlo y estar dispuestos a moldearlo o incluso a rechazarlo si nos convencen los argumentos de otros, pero tenemos que mantenerlo con firmeza si creemos que nuestros argumentos son los correctos, sin soberbia, pero con firmeza, porque en caso contrario nos precipitaremos en aquello de lo que huimos, el borreguismo.

La situación de UPyD no es buena, por mucho que queramos corregir nuestra imagen no lo conseguiremos sin cambiar nuestra actitud, pero cambiar de actitud no consiste en rendirnos ante la realidad de que otro nos ha comido la merienda e ir a pedirle las migajas, cambiar de actitud consiste en enfrentarnos a la realidad de manera distinta a la que hemos mantenido. Consiste en ser más dialogantes, en deshacernos de nuestros prejuicios, pero sin deshacernos de nuestros principios.

Necesitamos un cambio de rumbo, efectivamente, pero no hay que cambiar de barco, simplemente hay que cambiar de tripulación. Y la nueva tripulación tiene que pensar en llevar a buen puerto a todo el pasaje, no sólo a ellos mismos.

Somos críticos, la mayor parte de los afiliados a UPyD somos críticos, sino no estaríamos aquí, pero la gran mayoría no queremos hacer una crítica destructiva, sino ser capaces de hacer autocrítica, porque es indispensable para adaptarnos a las circunstancias cambiantes y llevar nuestro proyecto adelante.

Estamos ante un gran desafío: mantener a flote nuestro partido en las próximas elecciones municipales y autonómicas, hacer valer el gran trabajo que se ha llevado a cabo en todos los municipios y en las comunidades donde hemos tenido representación, trabajo que todos nos reconocen y que es nuestro aval para garantizar el trabajo que vamos a hacer en el futuro. Tenemos que pensar en el esfuerzo de todos los afiliados y simpatizantes, en el sacrificio de nuestras familias, que no se puede ser baldío por la soberbia, la ambición o la torpeza de unos pocos.

Tenemos esta realidad delante de nuestras narices, asumámoslo y trabajemos por obtener el mejor resultado. Tras las elecciones de Mayo celebraremos nuestro congreso extraordinario y confío en que habrá oportunidad de cambiar las cosas, porque seremos críticos, pensaremos por nosotros mismos y no nos dejaremos manipular por nadie.

UPyD no son sólo unas siglas, no son sólo unas caras, es la herramienta de la que disponemos para llevar adelante el único proyecto que puede salvar a España y a sus ciudadanos de la debacle que vivimos y, a pesar de todas las operaciones mediáticas, a pesar de todas las piedras que nos estamos encontrando por el camino, es indispensable que ese proyecto tenga futuro, y eso está en nuestra mano, nadie nos va a ayudar.

Tenemos la experiencia, tenemos el proyecto, tenemos la herramienta, no permitamos que los palos en las ruedas que nos ponen desde fuera y desde dentro trunquen nuestra ilusión. Ahora toca arrimar el hombro y trabajar, luego tocará reparar los daños.